Más sobre la comunicación animal La historia de Mike
- Lorena Ayala

- 24 feb 2024
- 6 Min. de lectura
A todos nos gustan las historias y más cuando nos llegan directo al corazón. La de Mike es una de esas historias. Su mamá, Martha, me contactó para comunicarme con él ya que Mike había fallecido dos años antes y ella quería disculparse con él por la forma en la que ocurrió su partida.
Mike fue un perro criollo, muy probablemente cruza de pastor alemán, pero su mamá dijo que él se creía chihuahua. Curiosamente, Mike comentó que había tenido muchos cuerpos de diferentes tamaños y que le resultaba difícil adaptarse a esas diferencias porque “el alma no tiene tamaño; el alma es la misma pero los cuerpos que vamos teniendo en este mundo son diferentes”. Mike, era muy expresivo y efusivo y, yo no sabía, pero cuando Martha dijo que se creía chihuahua se refería a que se comportaba como si fuera pequeñito y liviano aunque era grande y fuerte.
Antes de llevar a cabo la sesión, le pedí a Martha que no me platicara nada más acerca de Mike para que, el día de nuestra sesión, ella pudiera confirmar que la información venía directamente de Mike y no de cosas que ella misma me hubiera contado.
Llegó el día de la sesión y no tuve ningún problema para conectarme con Mike. Él estaba sumamente entusiasmado y agradecido por la oportunidad de platicar con su mamá. Mostró una personalidad alegre y efusiva e hizo mucho énfasis en la libertad que le dieron sus papás humanos y que nunca trataron de cambiarlo, lo cual agradeció mucho.
Algo que Mike me dijo que le gustaba mucho hacer cuando estuvo en este mundo era correr y agradeció mucho haber tenido un cuerpo fuerte que le permitiera correr mucho. Sin embargo, me platicó que su cuerpo no siempre fue así y que hubo un tiempo en que estuvo débil y no le permitía tener esa libertad que para él era tan importante experimentar en esta vida. Mike describió esa etapa en su vida como un “proceso de parto”; una etapa incómoda pero necesaria porque le permitió conocer a sus papás.
Con respecto a la relación con su mamá, Mike dijo que ella era una sanadora y que tenía la cualidad única de sanar a través del amor y le pidió que nunca se sintiera apenada por ser una persona muy sensible y que no viera esa característica como una debilidad o un defecto, sino como una cualidad o un regalo. Este mensaje me tocó muy personalmente, pues creo que muchas de las personas que somos muy sensibles o que nos describimos como empáticas, en algún momento, nos hemos sentido abrumadas por ello y considerado que ser así nos pone en cierta desventaja en comparación con las demás personas. No obstante, Mike le dijo a su mamá que su sensibilidad le permitía ver una realidad más grande de la que pueden percibir los demás y agregó: “aquello que las personas no pueden percibir no forma parte de su realidad”. Por esta razón, para algunas personas puede parecer exagerado cuando se vive un duelo por el fallecimiento de un compañero animal, pero esto se debe a que no han sentido este tipo de amor.
Después de dejar que Mike platicara libremente, su mamá quiso pedirle perdón por la forma en la que falleció y permitimos que fuera Mike quien me contara cómo había sido su proceso de transición.
Lo primero que Mike me dijo al respecto es que a él le gustan las vidas físicas breves porque “cuando el tiempo es limitado, podemos aprender muchas cosas y muy rápidamente; son como saltos cuánticos de evolución. Cuando planeamos vidas más largas podemos postergar el aprendizaje y flojear un poco. A mí me gustan los saltos cuánticos”.
Por otro lado, reconoció que su proceso de transición había sido abrupto y él se disculpó por no haber tenido tiempo de preparar a sus humanos. No obstante, también aclaró que, incluso, si hubiera elegido un proceso de transición más largo, por ejemplo, una enfermedad, o que si hubiera envejecido con ellos, el momento de su partida les habría sido igualmente difícil. “Cuando hay tanto amor y se tiene un lazo tan fuerte, el tiempo juntos siempre nos parecerá corto”.
Conforme Mike platicaba esto, yo me imaginé que había ocurrido un accidente. Sin embargo, en cuanto mencioné esta palabra en voz alta, Mike me detuvo rápidamente y me pidió que no la usara porque, desde nuestra perspectiva en este mundo, los accidentes los vemos como algo malo cuando, en realidad, son oportunidades de aprendizaje. Por otro lado, a los puntos de vista que tenemos, cuando estamos aquí, les falta la perspectiva de los planes que hicimos antes de llegar a este mundo.
Para Mike fue importante mostrarme que, en el momento de su transición, estaba acompañado por otras almas, animales sin un cuerpo, y guías que lo acompañaron en su proceso. Hizo mucho énfasis en el hecho de que no estaba solo cuando llegó el momento de trascender y dijo que era muy importante que su mamá lo supiera. Y, en respuesta a la petición de su mamá de que los perdonara, él afirmó que para él no había nada por perdonar.
En este punto, fue Martha quien me explicó por qué ella sentía la necesidad de que Mike los perdonara a ella y a su esposo. Mike tenía la costumbre de tomar todas las cosas que se encontraba y morderlas. Desafortunadamente, encontró un medicamento que consumió en su totalidad. Esto le provocó una úlcera que lo mandó al hospital y cuyo desenlace fue su transición. Efectivamente, una de las cosas que más le dolía a la mamá de Mike era no haber podido estar con él en el hospital cuando tuvo lugar su transición.
Una vez más, Mike me recordó que no tenía nada que perdonarles a sus papás, puesto que no le habían hecho ningún daño. Además, mencionó que entendía cómo se sentían ellos por lo sucedido y que sabía que era parte del proceso de duelo y que este tomaría el tiempo que fuera necesario y que era muy importante no querer acelerar o apresurar el proceso de sanación.
Mike expresó que fue muy feliz y que por nada del mundo cambiaría la vida que tuvo con sus papás humanos y que tampoco modificaría nada de lo que sucedió en ella. Agregó que la transición es algo que nos llega a todos en algún momento y que tiene que haber un evento que active ese proceso.
Otro de los hermosos mensajes que Mike nos compartió, y que sentí también dirigido a mí, fue que los humanos tendemos a enfocarnos demasiado en las cosas que consideramos que hacemos mal y nos olvidamos de celebrar todo lo bonito que traemos a este mundo.
Respecto a la forma en la que decidió partir, Mike dijo que se sentía positivo de que sus papás lo entenderían porque siempre respetaron su personalidad y no trataron de cambiarlo. “Siempre me dieron la libertad de ser yo mismo”. Concluyó esta parte diciendo: “Quiero que sepan que no necesitamos tener un cuerpo físico para conectarnos de corazón a corazón”.
Algo que Martha tenía particular interés en preguntarle a Mike era si la había visitado la noche en que falleció, pues ella tuvo un sueño muy vívido en el cual lo estaba abrazando. Esta fue la respuesta de Mike: “Claro que era yo, lo primero que quise hacer en cuanto dejé mi cuerpo físico fue ir a abrazar a mamá y fue real. La palabra sueño los hace cuestionarse si la experiencia fue real o no. Lo que perciben como sueño es la manera en la que su cerebro procesa lo que sus almas hacen cuando duermen. Nuestras almas conectaron; no fue un abrazo físico, fue un abrazo del alma que se tradujo en ‘soñé con Mike’”.
En la entrada anterior expresé que considero que los animales dominan emociones como la compasión y el amor incondicional. Creo que lo que Mike nos platicó explica muy bien por qué pienso así y, aunque suene controversial, me atrevo a decir que los seres humanos no somos esa especie más evolucionada que creemos ser ni con mayor inteligencia que el resto de los animales.
“Quiero que sepan que no necesitamos tener un cuerpo físico para conectarnos de corazón a corazón.”
-Mike-




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