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Las interacciones sociales y la limpieza de nuestra energía

  • Foto del escritor: Lorena Ayala
    Lorena Ayala
  • 13 sept 2023
  • 5 Min. de lectura

Como ya platiqué en otra entrada, ser una persona con alta sensibilidad me llevó a desarrollar una personalidad tímida e introvertida con tendencia a aislarme de los demás o no participar con entusiasmo en actividades sociales.


Esta personalidad fue, durante mucho tiempo, un mecanismo de sobrevivencia. Cuando interactuar con otras personas te hace sentir exhausto, drenado, abrumado o, incluso, irritable es normal querer aislarse; sin embargo, este aislamiento no es bueno para nuestra salud.


Una de las cosas que nos enseñó la pandemia es que todos necesitamos tener contacto con otras personas y, actualmente, se reconoce que tener interacciones sociales sanas juega un papel en nuestro bienestar general que es igual de importante o más que hacer ejercicio todos los días y tener una buena alimentación.


Esto se debe, entre otras cosas, a que relacionarnos con otras personas genera un sentido de pertenencia a una comunidad y esto nos hace sentir queridos, necesitados y apreciados.

Por otro lado, la ciencia ha estudiado el impacto negativo que el aislamiento tiene en el sistema nervioso y en el cerebro. Es común que conforme las personas se hacen mayores disminuyan sus interacciones sociales y se ha observado una relación entre esta menor interacción social y un mayor deterioro de los procesos cognitivos lo que explicaría por qué las personas mayores tienden a tener más problemas de memoria, por ejemplo.


Antes de explicar cómo las interacciones sociales nos pueden afectar tanto positiva como negativamente desde el punto de vista energético, haré un paréntesis para explicar brevemente dos conceptos: los chakras y el aura.


Los chakras son centros energéticos que se ubican en siete diferentes puntos del cuerpo. Estos van desde la base de la columna hasta la parte superior de la cabeza y se cree que almacenan información relacionada con nuestras emociones, recuerdos y nuestro estado de salud en general.


Por su parte, nuestra energía, también conocida como campo energético o aura, es una mezcla de ondas electromagnéticas que son emitidas no solo por los órganos y células de nuestro cuerpo, sino también por nuestros pensamientos y emociones.


Entonces, desde el punto de vista energético, las interacciones sociales sanas nutren nuestro chakra raíz, también conocido como chakra número uno, que se ubica debajo de la pelvis y que, según los especialistas en el tema, está relacionado con nuestra sobrevivencia y la sensación de pertenencia a una comunidad. Un chakra raíz equilibrado nos permite sentirnos a salvo y seguros al reforzar dicha sensación de pertenencia. Por el contrario, cuando este chakra está en desequilibrio se observan problemas relacionados con el sistema inmune, dolores de espalda baja y depresión.


Ahora bien, las personas altamente sensibles pueden, sin intención y, en muchos casos, sin saberlo, absorber la energía de otros (recuerdos, emociones, pensamientos) en su campo energético y por esta razón se sienten cansadas o drenadas al convivir con otras personas.

Entonces, si mantener el contacto con otras personas es tan importante para la salud, ¿qué podemos hacer las personas altamente sensibles o empáticas para tener dichas interacciones sociales sin sentirnos mal? Cuando notamos que nos cuesta mucho trabajo socializar, es muy probable que estemos absorbiendo energía de otras personas y, por esto, es recomendable que aprendamos a limpiar nuestro campo energético y hagamos de esto un hábito además de poner límites para lograr que las interacciones sociales nos nutran en lugar de hacernos sentir agotadas.


Una de las cosas que podemos hacer es apoyarnos en profesionales que sepan manejar este campo energético para que nos ayuden tanto a limpiarlo de la energía de otras personas como a alinear nuestros centros energéticos. Sin embargo, existen formas sencillas, y además gratuitas, que nosotros mismos podemos aplicar para limpiar nuestra energía y que probablemente ya estemos poniendo en práctica inconscientemente.


Pasar tiempo solos: Cuando somos muy sensibles a la energía de los demás es aconsejable que todos los días nos demos al menos unos minutos para estar completamente solos y relajarnos haciendo algo que nos gusta o simplemente descansar. Estar solos nos permite callar el ruido del exterior, escucharnos a nosotros mismos y conocer nuestras necesidades.


Pasar tiempo en contacto con la naturaleza: Si tienes mascotas, es probable que ya te hayas dado cuenta de que los animales son expertos en absorber nuestra energía y emociones. Seguramente también habrás observado que les encanta pasar tiempo en la naturaleza o, por lo menos, salir al patio a tomar el sol. Esto se debe a que los elementos de la naturaleza nos ayudan a liberar energía que no es nuestra y es así como nuestras mascotas se liberan de la energía que absorben a lo largo del día y no les pertenece. Por ejemplo, se sabe que caminar descalzo sobre la tierra, el pasto o la arena nos permite absorber electrones que actúan como antioxidantes en nuestro cuerpo y, al mismo tiempo, esto nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio. Exponernos por unos minutos al sol nos llena de fotones y esto tiene el mismo efecto reequilibrante.


Mover nuestro cuerpo: Existen algunas disciplinas que se enfocan en alinear nuestros centros energéticos; una de ellas es el yoga, pero, en realidad, realizar cualquier tipo de ejercicio físico nos ayuda a deshacernos de energía nuestra o de otras personas que no nos hace sentir bien.


Cantar: Además de la liberación de energía que se da con el uso de nuestra voz, cantar fortalece el nervio vago del cual ya he hablado en otras publicaciones.


Escribir: Esta actividad nos permite conectar con nuestra intuición y, al hacerlo, podemos soltar o mover la energía que no nos hace bien.


Hacer meditaciones para limpiar nuestra energía: En internet podemos encontrar varias meditaciones guiadas que se enfocan en la limpieza de nuestra energía y que se basan en la visualización de luces o energía que, al pasarla por nuestro cuerpo, nos permite liberar energía que ya no nos sirve y recuperar la nuestra.


Beber agua solarizada: Recientemente, se ha popularizado la práctica de exponer al sol o solarizar el agua para beber. Desde el punto de vista espiritual, se cree que exponer el agua al sol en un contenedor de vidrio le permite absorber la energía y vibración de este astro y que beberla tiene efectos purificadores en nuestro organismo. Aunque estos efectos no están científicamente medidos o comprobados, sí se han demostrado los efectos positivos que la cromoterapia o terapia de color tiene en nuestro cuerpo y se cree que colocar el agua para beber en envases de vidrio de diferentes colores y exponerlos al sol permite que absorba la vibración de dicho color y que beberla tendrá los efectos positivos en el cuerpo relacionados en cromoterapia con ese color.


Como puedes ver, no tienes que gastar mucho dinero ni ponerte esotérico para empezar a disfrutar de los beneficios de limpiar tu energía y mantener una buena higiene energética. Si todavía no practicas ninguna de las actividades anteriores, puedes comenzar a aplicar la que te parezca más afín a tus intereses y analizar si notas cambios en tu bienestar general.

 
 
 

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