top of page

Las 7 Lecciones del Crecimiento Espiritual Parte 1: El Perdón

  • Foto del escritor: Lorena Ayala
    Lorena Ayala
  • 3 ago 2023
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 20 mar

¿Por qué es necesario perdonar? ¿Cómo perdonar nos permite crecer espiritualmente?

Durante muchísimo tiempo, viví enojada con un par de personas que me hicieron mucho daño cuando era niña. Escuchaba y leía por todos lados frases como: “El perdón te hace libre”, “El perdón es en beneficio tuyo y no de la persona que te hizo daño”.


Sentía que había verdad en esas frases, pero no alcanzaba a comprender el verdadero sentido de ellas. Afortunadamente, hace poco llegó a mi vida un libro cargado de sabiduría que se llama “Los Cuatro Acuerdos” de Don Miguel Ruiz. Si bien el libro no trata específicamente del perdón, uno de sus acuerdos lo lleva implícito: “No te tomes nada personal”.


Sé que eso de no tomarse nada personal suena muy difícil o incluso imposible y, probablemente, nos lleve a hacernos preguntas como las siguientes: ¿Cómo se podría perdonar a un violador o a un asesino? ¿Cómo no me tomaría de manera personal una ofensa tan seria como un abuso sexual?


Una de las razones por las que me hice esas preguntas es porque, cuando tenía cuatro años, yo misma fui víctima de abuso sexual por parte de un miembro de mi familia y siempre me persiguió el pensamiento de que eso era imposible de perdonar. Sin embargo, cuando “accidentalmente” emprendí este hermoso camino de la espiritualidad en mi búsqueda de salud física, entendí realmente que la clave para no tomarse nada personal y, por ende, perdonar está en lo que dice Don Miguel Ruiz en su libro acerca de no emitir juicios hacia los demás, pues debemos recordar que todos estamos en este mundo haciendo lo mejor que podemos con las herramientas que tenemos. Cierto es que todos llegamos a este mundo sin instrucciones de cómo vivir; algunos fuimos bendecidos con la herramienta de la intuición o tuvimos personas en nuestra vida que supieron guiarnos con amor, solo por mencionar algunas de esas herramientas. Hay que recordar que muchas personas no son tan afortunadas como otras, no han encontrado las herramientas que tenemos a nuestro alcance y es muy probable que, lo que esas personas le hicieron a uno, alguien más se los haya hecho a ellas.


Por otro lado, creo que todos merecemos llegar a un punto en el que no seamos víctimas y, para llegar ahí, no debemos preguntarnos “¿Por qué me pasó eso a mí?”, sino “¿Cómo me ayudó esa experiencia a convertirme en la persona que soy hoy? ¿Qué aprendí de eso? Si logramos ver cómo la experiencia o la herida que nos causó una persona nos cambió para bien, aunque el suceso haya sido traumático o muy doloroso, seremos libres del rencor o el odio que le guardábamos a esa persona.


Cuando quieras practicar el perdón, te propongo cambiar el enfoque. En lugar de esforzarte por perdonar a esa persona, piensa en el beneficio que hacerlo traerá a tu vida, imagina cómo se sentirá liberarte de ese peso y recuerda lo que aprendiste de la herida. Verás que, de esta manera, el perdón llegará de manera natural y ya no tendrás que esforzarte por lograrlo.


Permanecer enojado con una persona requiere mucha energía de nuestra parte; sé por experiencia propia que quedarnos atorados en ese enojo es increíblemente agotador y eso se roba nuestro poder personal. ¿Empiezas a darte cuenta de cómo el perdón es en nuestro beneficio? El perdón es una forma de preservar nuestra energía; energía a la que le podemos dar un mucho mejor uso.


Ahora bien, antes de emprender la difícil tarea de perdonar a alguien, considero que primero debemos perdonarnos a nosotros mismos. ¿Cómo podemos ofrecerle a alguien más algo que no nos hemos dado a nosotros mismos? Para perdonarnos, solo tenemos que hacer lo mismo que para perdonar a alguien más y hacerlo es una experiencia transformadora y sumamente liberadora. Recuerda no ser duro contigo mismo, no criticarte y no juzgarte porque, en su momento, hiciste lo mejor que pudiste con las herramientas que tenías a la mano.


Si consideras que en el pasado hubo algo que pudiste haber hecho de mejor manera o que lastimaste a alguien más, hazte la siguiente pregunta: ¿Qué aprendizaje me dejó esta experiencia?


Verás que, cuando encuentres la respuesta a esta pregunta, comprenderás que esa experiencia fue necesaria para tu crecimiento y que te trajo hasta donde estás el día de hoy; al reconocer esto, ya no será tan difícil perdonarte.


ree

 
 
 

Comentarios


Facilitadora de bienestar integral

RESERVAS:

525513906936

lorena84331@gmail.com

  • alt.text.label.Instagram

©2023 por Facilitadora de bienestar integral. Creado con Wix.com

bottom of page