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Construye la vida de tus sueños

  • Foto del escritor: Lorena Ayala
    Lorena Ayala
  • 6 ago 2023
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 20 mar

Actualmente, las redes sociales están plagadas de videos de personas que nos dicen cómo manifestar (materializar en lo que deseamos en nuestra realidad). Podemos encontrar infinidad de podcasts, meditaciones, afirmaciones y libros que hablan de cómo convertirnos en poderosos manifestadores para vivir en abundancia. En medio de este mar de información abundan frases como “Tú eres el creador de tu realidad”, “Si lo crees, lo creas”, “Pide lo que quieras y deja que el universo se encargue del resto”, “Alcanza una alta vibración y empieza a transformar tu realidad”. A mí toda esta información me parecía confusa y difícil de asimilar porque me encanta la ciencia y mi mente es bastante analítica. Si bien todas estas frases que pongo como ejemplo expresan verdades, no todas las personas que las adoptan como su filosofía de vida saben explicar cómo funciona realmente esto de la manifestación y las frases expresan verdades demasiado resumidas que a las personas nuevas en esto de la metafísica nos dejan con más preguntas que respuestas.

He aquí los puntos que considero no debemos perder de vista cuando nos adentramos en el aprendizaje de nuestro poder de manifestación:


1. Todo es energía.

Seguramente has escuchado que todo es energía; el mundo y el universo están hechos de la misma energía que nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestros pensamientos. ¿Qué tiene que ver esto con manifestar o diseñar nuestra realidad? Bueno, necesitamos estar en la misma sintonía con la vibración y frecuencia de todo aquello que deseamos hacer realidad en nuestra vida.


2. Diferencia entre vibración y frecuencia.

Ambas son energía. La Frecuencia se refiere a los pensamientos, es decir, dónde ponemos nuestro enfoque (atención). Supongamos que deseamos manifestar salud, pero nuestra atención está en lo mal que nos sentimos, en nuestros síntomas y en cómo nuestra enfermedad merma nuestra calidad de vida; nuestra frecuencia estará en enfermedad y no en salud y, por lo tanto, la señal que estamos emitiendo no nos acercará a esa salud que deseamos.


La vibración, por otro lado, se refiere a las emociones, es decir, cómo nos sentimos. Podemos sentir emociones que nos ponen en una alta vibración (amor incondicional, alegría, diversión, juego, optimismo, gratitud, certeza, esperanza, curiosidad, aceptación, conexión, serenidad, fuerza, valentía, entre otras) y emociones que nos ponen en una baja vibración (tristeza, enojo, furia, rabia, impotencia, vergüenza, culpa, egoísmo, irritabilidad, incredulidad, inseguridad, nerviosismo, preocupación, celos, miedo, susto, debilidad, confusión, rechazo, entre otras).


Cuando queremos manifestar algo, es necesario que nuestra vibración y frecuencia estén alineadas con lo que deseamos. Tanto la vibración como la frecuencia mandan una señal al universo para que nos llegue lo que queremos sin que tengamos que perseguirlo, sino que eso venga a nosotros. Ahora bien, aquí es muy importante mencionar que la emoción no se puede fingir porque, como ya mencioné, es energía. Podemos recitarnos mil afirmaciones al día y aparentar ser positivos, pero si nuestra emoción no es acorde a lo que buscamos, eso no nos va a llegar.


Retomemos el ejemplo de la salud. Digamos que queremos manifestar un cuerpo que funcione en estado óptimo y nuestro enfoque está en la salud, pero nos sentimos víctimas de nuestro cuerpo por los síntomas que manifiesta o nos sentimos desesperados o impotentes porque no hemos alcanzado la salud que deseamos. Esa salud tan anhelada difícilmente nos va llegar porque no estamos teniendo congruencia o coherencia con lo que buscamos.

Probablemente muchos de nosotros comprendamos bien en qué consiste esto de la vibración y la frecuencia, sin embargo, también es probable que nos preguntemos cómo lograr mantener nuestro enfoque y sentir aunténticamente las emociones de alta vibración que nos ayuden a lograr lo que queremos.


3. Reconocer y trabajar creencias, traumas, memorias o programaciones.

¿Alguna vez has sentido que algo está mal contigo porque, aunque te esfuerzas en ser positivo, no lo logras? ¿Sigues estando triste o ansioso y piensas que nunca vas a poder manifestar? El problema, en mi opinión, radica en que pocas personas hablan de lo importante y necesario que es identificar, reconocer y transformar nuestros traumas, transformar creencias y programaciones para poder alcanzar y mantener una energía (frecuencia y vibración) que atraiga hacia nosotros eso que queremos.

En este punto es importante tener en cuenta que reconocer lo que nos está metiendo el pie en el logro de nuestras metas es un primer paso importante y hablar de nuestras creencias, traumas, memorias o programaciones nos ayuda con cierto límite, pero no es en absoluto suficiente para transformarlas. Por esta razón, algunas personas tienen la percepción de que la terapia psicológica es lenta y que, en numerosas ocasiones, el paciente termina haciéndose dependiente de la terapia y del terapeuta.

¿Entonces, qué podemos hacer para deshacernos de toda esa “basura” que cargamos y que ya no nos sirve?


4. Hacer uso de herramientas como la meditación y la técnica de liberación emocional (EFT) (por sus siglas en inglés). Si queremos ir más allá del mero reconocimiento de nuestras creencias, memorias y traumas y emprender acción al respecto, debemos considerar el uso de estas herramientas para transformar y liberar la energía asociada con ellas.

Por un lado, cuando la meditación se hace adecuadamente, te lleva a estados alterados de conciencia desde los que puedes trabajar integralmente en tu ser a gran profundidad. Cuando, por ejemplo, una creencia limitante se trabaja en meditación, se puede trabajar desde el inconsciente o subconsciente para transformarla permanentemente.

Imagina que tu mente es una computadora llena de programas que le ordenan cómo operar, muchos de ellos pueden ser obsoletos y es necesario eliminarlos o instalar nuevos para que la computadora funcione adecuadamente. Esto mismo es lo que se puede hacer en meditación.


Por otro lado, la técnica de liberación emocional es un método relativamente rápido de modificar pensamientos y emociones con la ventaja de no necesitar estar en un espacio en silencio, como en el caso de la meditación, además de ser fácil de implementar. Una de sus muchas ventajas es que esta técnica le ayuda a la persona a pasar rápidamente del modo “pelear-huir” (sistema nervioso simpático) al modo “descansar y digerir” (sistema nervioso para simpático) con lo que es mucho más fácil alcanzar una sanación permanente.


5. Limpieza y protección de tu energía. Este punto es particularmente importante para personas empáticas, personas con trastornos del sistema nervioso o personas altamente sensibles, como es mi caso, ya que tenemos nuestra antena (sistema nervioso) más sensible que el resto de las personas y, por esta razón, vamos cargando en nuestro espacio con estímulos, energía, programas, creencias y hasta traumas que ni siquiera son nuestros y no nos damos cuenta de ello.

Sin embargo, todas las personas (sensibles o no) nos podemos beneficiar enormemente de limpiar y proteger nuestra energía.


Si te interesa saber más o trabajar con alguna de estas herramientas para empezar a construir la vida de tus sueños escríbeme a lorena84331@gmail.com para que programemos una sesión.


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